El pago por los productos y servicios en la era digital ha experimentado importantes cambios a lo largo de los últimos años. Actualmente, muchas de nuestras transacciones se basan en pagar desde internet a través del móvil o el ordenador, reduciendo, progresivamente, el uso del dinero en metálico. Las monedas virtuales han visto en esto un auténtico filón para su desarrollo e implantación. Por eso, desde COPLACO te traemos cuatro alternativas al Bitcoin, la estrella de las criptomonedas.
En entradas anteriores ya te hablamos de la que, quizá, sea la moneda digital más popular, pero lo cierto es que existe un amplio abanico de denominadas ‘altcoins’ que, cada día, compiten para posicionarse en los primeros puestos dentro de este nuevo medio de pago.
Solana
Frente a lo que ofrece el Bitcoin, esta criptomoneda, creada por Anatoly Yakovenko, destaca por la entrada de la red en los tokens no fungibles (NFT), que sirven para validar y certificar cualquier cosa digital que se venda con tecnología. Asimismo, prioriza los contratos inteligentes, es decir, programas almacenados en la cadena de bloques o blockchain que se ejecutan cuando se cumplen unas condiciones predeterminadas y automatizan los acuerdos para que todos estén seguros del resultado. También eliminan a los intermediarios.
Cardano
Creada por Charles Hoskinson, Cardano es una plataforma basada en una cadena de bloques descentralizada que permite realizar transacciones seguras entre pares.
Se le considera la mayor criptomoneda que utiliza este modelo y se destina a las transacciones cifradas de prueba de participación, que se considera una alternativa más ecológica.
Chia
Junto con Cardano, a esta moneda digital, nacida de la mano de la compañía China Network, se le considera otra alternativa verde al Bitcoin, ya que se centran en un menor consumo de energía a la hora de minarla.
La principal diferencia frente al resto de las opciones nombradas, además de su accesibilidad, es la necesidad del uso de un disco duro SSD debido a los requisitos de almacenamiento para cultivarla, pero, al contrario que el Bitcoin, no tiene marcado un límite estricto en el número total de monedas en su blockchain.
Dash
Aunque no sea un nombre tan conocido, lo cierto es que es una de las criptomonedas más veteranas. Nació en 2014 de la mano de Evan Duffield y se caracteriza por un código abierto.
Fue diseñada para llevar a cabo transacciones rápidamente y con una estructura administrativa SWIFT, con el objetivo de solventar las carencias de otros modelos. Funciona por medio de un subconjunto de usuarios o ‘masternodes’ que llevan a cabo las funciones básicas, incluyendo alojar el blockchain y validar las transacciones, así como tomar todas las decisiones importantes.
¿Conocías estas cuatro alternativas al Bitcoin? En COPLACO, creemos que este modelo de pago enteramente digital no ha hecho más que empezar, de modo que nunca está de más conocer quiénes se mantienen a la cabeza en esta apasionante y cara competición.
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