En los últimos años, la tecnología ha evolucionado a pasos agigantados, ofreciendo importantes ventajas en nuestra conectividad y la inmediatez con la que adquirimos la información. Sin embargo, ese avance presenta algunos dilemas que aún están pendientes de resolverse, como el fondo y la forma del mismo. ¿Debemos humanizar la tecnología? ¿Qué papel juegan las empresas en esto? En COPLACO arrojaremos un poco de luz sobre esta polémica.
¿Qué nos ha dado la tecnología?
Es indudable lo mucho que la tecnología nos está ayudando durante esta pandemia, ya que, en la mayoría de casos, ha permitido que nos mantengamos comunicados pese a no poder salir de casa durante los peores meses de la misma. Además, en mayor o menor medida, ha aportado a las empresas cierta ayuda para poder seguir funcionando.
Las redes sociales han jugado una papel muy importante en ese objetivo. Han servido tanto como espejo de la vida de las personas como de vía de comunicación entre particulares y negocios, una vía que, incluso, se mantiene hoy en día.
¿Qué necesita?
Además de esas ventajas, la tecnología también ha puesto sobre la mesa la exigencia de un manejo cada vez mayor de la misma en todos los campos profesionales. Ello ha provocado que las competencias humanas se hayan quedado relegadas a un segundo plano pese a ser cada vez más esenciales, por lo que, para intentar corregir este problema, se ha empezado a invertir en disciplinas como la ética y la antropología, con el fin de que nos ayuden a disponer de un pensamiento crítico, cada vez más escaso, pero muy demandado.
¿Qué le corresponde a las empresas?
Es indudable el cambio al que las empresas se han visto abocadas a acogerse. Sin embargo, ese cambio no viene dado por ellas en sí, sino por los clientes. Cada día están más conectados, lo que se traduce en una creciente búsqueda de interacción y empresas confiables que les permitan tener más información, poder de decisión y canales de compra. Por eso, la verdadera clave está en pasar de las interfases transaccionales a plataformas conversacionales, colocando al cliente en el centro de la oferta para entender sus necesidades e interactuar con él.
¿Debemos humanizar la tecnología? En COPLACO creemos que sí. La marea digital no sólo es una suma de datos y programas, sino también una herramienta práctica (y necesaria) para trabajar de forma eficiente, siempre y cuando la empleemos correctamente.
En medio de esta crisis sanitaria, se ha hecho aún más patente la importancia de este punto. Por eso, esperamos que esta entrada te haya animado a conocer los principales aspectos de la tecnología para incorporarlos a tus servicios y mejorar la interacción con tus potenciales clientes.
¡No te arrepentirás!
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