Internet ha traído consigo nuevas formas de hacer publicidad y llevarla a más personas en menos tiempo. Anteriormente, trajimos algunas estrategias que pueden ayudarte a impulsar tu negocio en el mundo digital, pero, esta vez, toca hablar de otro elemento que se hace más presente día a día: el factor humano. A continuación, te traemos a los influencers, la última encarnación de la publicidad.
Seguramente todos tengamos algún que otro nombre en mente cuando escuchamos esa palabra, ya que, desde hace unos años, hemos visto crecer una nueva comunidad en las redes sociales cuya fama ha alcanzado un nivel tan alto que, incluso, algunas marcas han recurrido a ella para publicitar sus productos.
¿Qué son?
Aunque reciente, el término ‘influencer’ ha parecido asentarse sin problemas en nuestro vocabulario digital. También llamado ‘influenciador’, se trata de una persona que goza de un gran número de seguidores en sus redes sociales y a la que el propio público le ha otorgado credibilidad sobre un tema determinado debido a esa presencia, lo que también nos ofrece diferente perfiles en función del público al que se dirige.
La figura del influencer viene precedida por otras como los youtubers y los bloggers, habiendo sido, cada uno, creado en una plataforma diferente y habiendo crecido conforme avanzaba el propio mundo digital, terminando por convertirse en una nueva estrategia de marketing.
¿Cómo trabajan?
Aunque pueda parecer fácil, la imagen de una persona hablando delante de una cámara y enseñando algunos productos sólo es la punta del iceberg. En realidad, existe un trabajo previo que, a menudo, no se ve.
El intercambio se basa en una observación de los seguidores y la repercusión de sus vídeos. Si una marca ve que tiene una presencia considerable, puede recurrir a ese influencer para que anuncie su producto en uno de sus vídeos, incluso puede llegar a darle un par de muestras para realizar una publicidad más activa, alejada del uso de modelos o actores.
¿Qué hay detrás?
Está claro que acogerse a las últimas estrategias digitales pueden llevar a un mayor impacto de nuestra publicidad en el público, pero, en el caso de los influencers, las cosas parecen estar complicándose cada vez más. Ya no basta con tener muchas visitas y seguidores, sino que también hay que ver su calidad (entre otras muchas cosas). Al fin y al cabo, internet ofrece también muchos espacios en donde pueden comprarse seguidores, lo que hace que el enfoque de esta figura potencie una imagen que pueda resultar engañosa si no se presta la suficiente atención.
No podemos perder de vista los riesgos que traen consigo estas nuevas herramientas digitales, precisamente por su carácter poco conocido. Al fin y al cabo, todos aún estamos aprendiendo su funcionamiento. Tenemos que aprender a diferenciar entre lo serio y profesional y lo amateur y poco sólido.
Desde COPLACO, esperamos haberte presentado esta figura de una forma más amplia. Es cierto que los influencers son una nueva encarnación de la publicidad, pero debemos recordar que no es oro todo lo que reluce.
A decir verdad, dan bastante de qué hablar.
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